“El que cree en Mí, de su cuerpo correrán ríos de agua viva …” Yo os he hecho esta promesa, y se cumple al pie de la letra. Porque Mi Palabra es verdad y seguirá siendo para siempre. Y así el creyente también debe escuchar Mi voz dentro de sí mismo, siempre que escuche persistentemente en su interior, porque Mi Espíritu es la fuente de donde mana agua viva … el agua que hace vivificar Mi Palabra, la fuente de la vida eterna …

El agua corre sin cesar, y sin cesar dará fuerza y vida, fluirá hacia el ser humano desde dentro, lo refrescará y fortalecerá para su vida en la Tierra, porque es la irradiación de Mi amor eterno, es la fuente de fuerza, el puente sobre la brecha entre el ser humano y Yo. Todos podéis beber de esta fuente, todos podéis formaros de tal manera que de vuestro cuerpo fluyan corrientes de agua viva, pero debéis tener una fe profunda e inquebrantable en Mí y en Mi obra, debéis formar vuestro corazón al amor y haceros capaces de recibir, tenéis que agudizar vuestro oído espiritual y y reunir la voluntad de escuchar hacia dentro con perseverancia, porque de lo contrario no podréis escuchar la voz fina del Espíritu. Pero en cuanto creáis, escucháis también sus declaraciones, y entonces la fuente de la vida será inagotable, traeréis a la luz la sabiduría más profunda, y el conocimiento os hará felices `porque lo reconoceréis como pura verdad.

Porque Yo os doy Mi Palabra, Yo Mismo os hablo a través de la chispa espiritual, que es parte de Mí, que se une al Espíritu Padre y acepta cada expresión de Mi amor para transmitirlo a vuestra alma tan pronto como queréis escucharlo. Mi Espíritu está constantemente activo en vosotros pero depende de vosotros prestar atención a su voz. Y por eso sólo unos pocos escuchan Mi voz, porque la mayoría ignora el precioso don de gracia, porque les falta la fe en Mí y en Mi amor que quiere considerarlos paternalmente, y porque tampoco tienen la voluntad de penetrar en su corazón, reflexionar y eliminar todo obstáculo, para que el espíritu en ellos pueda desarrollarse libremente y hacerse oír.

Mi voz no suena más fuerte que la voz del mundo … quien quiera escucharla debe retirarse del mundo y escuchar atentamente en su interior. Pero su perseverancia será ricamente recompensada, porque se le abrirá la fuente de la vida eterna, y de ella brotará incesantemente el agua viva, Mi Palabra, que es consuelo y fortaleza, refrigerio y refresco para vosotros en todo tiempo … Mi Palabra, que para vosotros es lo más precioso, porque trae vida eterna a quienes la aceptan y viven según ella …

Amén